sábado, 27 de octubre de 2012

Sobre el "patriotismo"


Se ha venido diciendo en los círculos liberales que los comunistas somos anti-españoles, que queremos ''romper y hundir España''. Este argumento no es nuevo, lleva repitiéndose en todos los países industrializados desde hace dos siglos. La maquinaria mediática burguesa (controlada por la burguesía) asume que los revolucionarios somos ''anti-patriotas'', que deseamos lo peor para nuestros países.

Nada más alejado de la realidad. Si bien es cierto que los comunistas no tenemos el mismo concepto de ''patria'' que el resto de las fuerzas políticas, no somos en absoluto anti-patriotas. Al contrario: nuestra intención es construir una patria mejor, un país más libre, democrático e igualitario. Entendemos que ser patriota pasa por desear el bienestar de los integrantes de la nación española, sean catalanes, madrileños o de Albacete. No distinguimos, contrariamente a lo que hace la derecha, entre habitantes de una región u otra: todos tienen derecho a la vivienda, al trabajo y a la felicidad.

La patria es un invento. No existió siempre el concepto de patriotismo, esto cualquier historiador lo sabe. El patriotismo nace cuando la burguesía (la clase social propietaria de los medios de producción, financiación y comercialización) siente la necesidad de expandir sus dominios territoriales. Entonces, como apuntaba el marxista italiano Antonio Gramsci, se hace necesario un concepto que genere una identificación entre los opresores y los oprimidos. Así, los intereses de la burguesía serían los mismos que los de los trabajadores. El ejemplo más clamoroso es el de la defensa de los intereses de la multinacional energética Repsol por parte de gran parte de los españoles. 

El patriotismo también sirve para justificar invasiones imperialistas. ¿Cuantos millones de obreros han muerto luchando en guerras que sólo beneficiaron a ''los de arriba''? Bajo la idea de defensa de la patria, o de que un país sería superior a otro, la burguesía convence -vía medios de comunicación- a millones de trabajadores para que se embauquen en guerras que sólo traen muerte para el oprimido y beneficios para el opresor. Irak, la colonización o la Primera Guerra Mundial, serían muy buenos ejemplos de esto.

No es este el patriotismo que deseamos los ''malvados'' comunistas. Si bien no creemos en la patria, dado que somos internacionalistas, creemos que bajo una bandera se deben defender los intereses de los trabajadores, JAMÁS fomentar el odio hacia otra naciones o grupos étnicos. Reconocemos -qué duda cabe- el derecho a la autodeterminación de las naciones, siempre que la independencia sea en provecho del obrero y no del patrón.

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